junio 17, 2019
La esperanza muere al último.
junio 17, 2019Ahora tengo catarata en el ojo, la Dra. decía que no puede hacer nada porque recién comienza a formarse, así que resolvió darme cita para ...
Ahora tengo catarata en el ojo,
la Dra. decía que no puede hacer nada porque recién comienza a formarse, así
que resolvió darme cita para dentro de cuatro meses solo para revisión.
Decidí no pensar en eso por
ahora, preocuparme por ello cuando llegue el momento pues igual no podría hacer
nada para evitarlo o detenerlo, simplemente dejar que siga su curso y días más
tarde de esa cita, tuve una consulta con Dr. Alfa, la verdad había olvidado
todo el asunto de la última resonancia, pero cuando llegó mi turno de pasar a
su consultorio y revisarla, me puse nerviosa, en cierta forma iba a saber cómo
estaba mi cerebro después de la cirugía, le llevo unos segundos que me
parecieron eternos al programa en su computadora abrir el archivo y después ahí
estaba, no había más marquitas blancas en mi cabeza, eso solo podía ser una
cosa, que el Dr. Alfa confirmó: No había más tumores en mi cerebro. No sé cómo
explicar que sentí, no fue fácil de procesar, e intentaba hacerlo cuando giro
la imagen y aparecieron dos puntitos blancos en cada extremo de mi cerebro,
dijo que tengo dos diminutos, milimétricos, muy pequeños tumores en la frente y
en la nuca, pero por ser tan pequeñitos no afectan en nada y pueden ser de
comportamiento muy diferente a los que tenía, mamá se había informado de un
medicamento que pudiese inhibir el crecimiento
de tumores, así que esto suponía, y si Dios y la vida nos ayudan un poco, no
más cirugías cerebrales.
Dr. Alfa me dio cita para dentro
de seis meses solo para monitorear los tumores y ver si el medicamento estará resultando.
También me envío con el médico familiar, pues aun en la cabeza, ya no cerebral
pero en el cuero cabelludo tengo dos tumores del tamaño de una canica y esos
debe quitármelos un traumatólogo (otra cirugía) y dijo
que le pareció haber visto en la resonancia que mi nariz está un poco inflamada
y desconocía la razón entonces deben darme un turno con un otorrinolaringólogo (otra
vez)
Salí de su consultorio con todo hecho lío, por
una parte estaba feliz de que no tuviese más tumores en los nervios por otra
parte estaban los tumores pequeñísimos pero centre toda mi atención en el
medicamento y en que no tengo más Neurinomas, así que lloré de emoción, la última
cirugía cerebral fue tan difícil, tan mortificante como para mí como para mi
familia, el soñar que no habrá más así, que tal vez ese ciclo tan fuerte y frustrante había terminado, me lleno de
felicidad, es verdad aún tendría más cirugías pero no tan fuertes e invasivas
como las cerebrales.
Le escribí a mi familia todavía
sin procesarlo y todos se dijeron felices por mí, ese día fue muy importante
para mí, parecía haber una luz al final del túnel, me puse a pensar que tuvieron
que pasar cinco años para yo poder celebrar que mi cerebro no tenía más tumores, que tal vez y solo tal vez las dos
cirugías que me faltan sean las últimas al fin y entonces alguien encontraría
como ayudarme a escuchar nuevamente y todo habrá terminado.
La esperanza muere al último.
